28/2/24

En recuerdo de Miguel Losada

 Obituario | Miguel Ángel Losada Rodríguez - Profesor e investigador

Le recordaremos por la ayuda que nos brindó en defensa del patrimonio marítimo; aquí en Cantabria, con las marismas y los molinos de mar o en Sevilla contra la intrusión marina en el Guadalquivir o en Luarca... No le olvidaremos. 

Luis Azurmendi


Faro de generaciones de investigadores de la costa y el mar

Íñigo J. Losada / Raúl Medina / César Vidal

En representación de IHCantabria

Miércoles, 28 de febrero 2024, 07:17

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Suponemos que el hecho de que el mar Cantábrico haya despedido al profesor Miguel Ángel Losada con un gran temporal no es casual. Miguel dedicó su vida íntegramente a estudiar el mar y un temporal de estas características suena a homenaje de despedida.

Ingeniero de Caminos por la Escuela de Madrid, llegó a la Escuela de Santander a principios de los setenta para desarrollar una carrera profesional que le llevaría a ser uno de los mayores especialistas del mundo en su campo, la ingeniería de puertos y costas.

Nieto de maestro e hijo de catedrático, tuvo muy claro desde el principio que su misión en esta vida era investigar, enseñar y, sobre todo, poner el conocimiento científico-técnico al servicio de la sociedad.

Con una personalidad arrolladora y capacidades intelectuales extraordinarias, tuvo siempre como enseñanza adelantarse a su tiempo y abordar cualquier iniciativa, independientemente de lo compleja que pudiera ser.

Su huella en la Universidad de Cantabria fue profunda. En dos décadas, construyó el Laboratorio de Ingeniería Marítima de la Escuela de Caminos; fue director de dicha Escuela y transformó los estudios de Caminos con el Plan de Estudios del 82, un plan cuya filosofía permanece vigente cuarenta años después. Fundó el Grupo de Ingeniería Oceanográfica y de Costas y el Grupo de Emisarios Submarinos −base de lo que es hoy IHCantabria− y formó a una multitud estudiantes que hoy se dedican a la Ingeniería de Costas y Puertos. Además, fue gerente de la Fundación Leonardo Torres Quevedo, lo que supuso un espaldarazo importante para la transferencia del conocimiento a administraciones públicas y empresas.

A partir del año 96, y hasta su jubilación, desarrolló su actividad profesional en la Universidad de Granada, en la que creó un nuevo laboratorio, dirigió el Grupo de Puertos y Costas y amplió su espectro de investigación. La calidad y el impacto de su actividad le llevó, sin duda, al estatus de maestro de maestros. Premio Nacional de Ingeniería Civil, miembro de la Real Academia de Ingeniería o Premio Internacional de Ingeniería de Costas de la Asociación Americana de Ingenieros Civiles, son solo algunos de los reconocimientos que recibió a lo largo de su carrera.

Miguel, faro de generaciones de investigadores y profesionales relacionados con la costa y el mar, ha iniciado una nueva singladura, lejos del Cantábrico, pero su legado permanece bien tangible entre aquellos que hemos tenido la fortuna de haber sido sus alumnos.


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