CONFERENCIAS y JORNADAS

CONFERENCIA SOBRE PATRIMONIO INTERMAREAL
LUIS AZURMENDI
Museo Marítimo del Cantábrico


 2019



PAISAJE Y MEMORIA
La bahía en la memoria
Jornadas de arquitectura y paisaje
Por
Luis Azurmendi. Arquitecto

Las Jornadas de Arquitectura y Paisaje, realizadas en el Colegio de Arquitectos y en la Fundación Casyc de Santander ha sido un encuentro entre numerosos artistas, escritores, cineastas, arquitectos y ciudadanos, que han dialogado  sobre la importancia de los paisajes  como patrimonio cultural.
“Esos paisajes, en los siglos XIX y XX, fueron objeto de sublimación estética y símbolo de movimientos ideológicos vinculados al regionalismo y nacionalismo con la exaltación de “lo propio” y tradicional, a nivel regional o nacional 
A lo largo del siglo XX la globalización económica,  los mercados, las comunicaciones y las nuevas tecnologías impusieron otros modelos culturales ajenos a los tradicionales.
Hoy día, en una crisis generalizada, nuevas identidades territoriales son reclamadas por movimientos emergentes. En esta situación las reflexiones sobre el paisaje ayudarán a comprender que la identidad cultural, no es algo inmutable  y exclusivamente heredado por sectores sociales determinados, como tampoco lo es una homogeneización general ajena a la singularidad de los territorios  y sus habitantes”[1].

Las Jornadas comenzaron la sesión Patrimonio oculto donde arquitectura y la arqueología fueron  protagonistas de las comunicaciones y visitas a las obras y excavaciones en torno a la catedral. Intervinieron el arquitecto Clemente Lomba que explicó el proyecto de restauración y los arqueólogos Javier Marcos y Lino Mantecón que mostraron las excavaciones realizadas y sus resultados. El artista Fernando García Valdeón proyectó numerosas obras suyas de elementos patrimoniales de la bahía de Santander

En el apartado de Bahía y montaña descubrimos los sorprendentes paisajes sumergidos de la bahía relatados por del biólogo y director del Museo Marítimo del Cantábrico, Gerardo García Castrillo. El geógrafo Juan Carlos García Codrón describió la formación de la bahía con el resultado de un mosaico de unidades de paisajes consecuencia de la interacción del hombre y la naturaleza. Juan Castanedo Galán nos relató la historia de los astilleros y las flotas que allí se construyeron como fueron los galeones llamados “de la mar océano”,  navíos de protección de la “carrera de indias”. Llamó la atención como desde las tres disciplinas se explicaba la influencia de la geomorfología de los fondos de la bahía en las actividades tradicionales, como la pesca o la navegación.

Pudimos disfrutar también del documental: Montes del Pas. La descripción de los formidables escenarios de las montañas fueron ocasión para que el cineasta Manuel Gutiérrez Aragón, natural de Torrelavega y autor de los textos, recordase vivencias juveniles de aquellas praderías verdes y de  misteriosos bosques cercanos donde se oía susurrar el nombre de “Juanín” y los últimos resistentes. El bosque acompañará con frecuencia  la carrera cinematográfica de Gutiérrez Aragón. Mary Roscales, como antropóloga, con una amplia obra sobre los pasiegos, desentrañó la compleja relación entre sociedad y el paisaje y abordó algunas realidades ecológico-culturales de los pasiegos y la marginación social que sufrieron por haberse desarrollado como grupo social y económico diferenciado entre los de su entorno geográfico, como sucedió con las vaqueiros de alzada en Asturias o los agotes en el País Vasco.
En la sesión de Arte y arquitectura, coordinada por Annibal González de Riancho, se analizó el fenómeno de la arquitectura y arte de carácter regionalista de la mano de Domingo de la Lastra y de Joaquín Martínez Cano, con numerosos ejemplos. Una especial y novedosa intervención fue la descripción que realizó la filóloga María Dolores Cabrero de la mítica, pero poco estudiada, tertulia del Café de Pombo, pintada por el artista cántabro Gutiérrez Solana. Esto retrotraía estas Jornadas polifacéticas a las tertulias de finales del XIX y principios del XX.

En Nuevos paisajes  intervino el arquitecto José Cabrero con una llamada de atención,  en relación a los bienes culturales, de realizar intervenciones respetuosas sin renunciar a las técnicas contemporáneas; la arquitectura podría entenderse como de “buena y mala educación” e ilustró con ejemplos en diversas ciudades. El artista Juan Carlos Fernández Izquierdo proyectó un variado número de instalaciones de videoarte; planteó no solo su valor creativo, sino la función de señalar lugares o edificios que han perdido su memoria patrimonial. El arquitecto Gabriel Ruiz Cabrero partiendo  del puerto de la Roma Imperial de Ostia, hizo una semejanza entre los “puertos ciudad” con las funciones de fachadas y plazas clásicas en otras ciudades.

En cuanto a Paisaje, literatura y arte, el escritor Gonzalo Calcedo nos deleitó con un breve texto sobre las dos orillas de la bahía y sus propias vivencias. De igual manera el artista José Cobo explicó su obra escultórica “los raqueros” y sus relaciones espaciales entre cantil del muelle y horizonte de la bahía. Algunas descripciones literarias de la bahía corrieron a cargo del periodista y escritor Guillermo Balbona quien criticó, además, las consecuencias de una mala política y el poco respeto hacia un patrimonio ya escaso en Santander y al recuerdo de tantos artistas y escritores olvidados.

En la sesión de Memoria de la ciudad el escritor y periodista Jesús Ruiz Mantilla apoyó su intervención en alguna de sus obras, con la descripción de la trágica explosión del buque Machichaco  y el dramático incendio de la ciudad en 1941; fueron acontecimientos vitales en la transformación urbana posterior El arquitecto urbanista Jesús Molinero realizó una disección crítica del crecimiento de la ciudad desde su origen hasta  alcanzar la actualidad resaltando la relación entre conflictividad social y forma de la ciudad.

Finalizaron las Jornadas con la proyección del documental de Mario Camus “La bahía de Santander” (1968). Comenzaba el documental con paisajes de montañas y míticas instalaciones romanas; continuaban imágenes de una bahía de suaves tonos grises que el pintor Pancho Cossío comparaba, mientras pintaba, con veladuras en el arte japonesas. Aparece también el poeta José Hierro que habla de mares y vientos que cambian el semblante del paisaje, como el terrible y hermoso sur causante del trágico incendio de la ciudad.  Después el ritmo musical se encendía en un son para mostrarnos una ciudad bulliciosa y balnearia que pronto era interrumpido con el sonido brusco de grúas, cizallas, y martillos industriales y de astilleros del mundo del trabajo. Otro ritmo pausado  en contrastados blancos y negros como un “elogio de la sombra”[2] recorría calles estrechas, pescadores de rostros endurecidos y perfiles de barcos marineros.
Era una maravilla de documental que el público rompió en aplausos.
La atención se volcó entonces en su autor, Mario Camus que, se inclinó hacia su contertulio y le preguntó algo; éste le explicó que aquellos aplausos se dirigían a él. Alguien le preguntó entonces el origen del documental y qué acogida tuvo en aquellos tiempos.
El autor, tras un silencio, comentó: Hubo una llamada. Esperaba alguna temprana felicitación, pero no. Era una señora malhumorada que me espetó que “eso” no era Santander.  Ese fue el inicio de un pequeño calvario de reproches que duraron años. Así fue como un  documental  que era referencia estética de cielos grises, lluviosos, y de un mundo del trabajo vinculado al mar propio de estas tierras, fue visto como una amenaza que podía malograr  una visión falsa para un turismo mercantilista. El documental no volvió a ver la luz.

Este episodio refleja el sentido de estas Jornadas. En estos días, a través de comunicaciones y coloquios, se trataba de  recuperar la memoria de la bahía y se ha hecho desde diferentes sensibilidades y profesiones. La memoria impregna un carácter propio al territorio y a sus habitantes.  Pero también sucede que una especial caracterización histórica, a veces es sublimada con identidades exageradas y otras, por el contrario, la han forzado al olvido para facilitar un mercantilismo, que ha destruido no pocos patrimonios tradicionales dignos de conservación.


Luis Azurmendi
Santander 1 de Julio de 2019



[1] Texto de la presentación.
[2] Referencia al autor japonés Tanizaki



Paisaje. 21, 22 y 23 Junio Santander 2018


LA ARQUITECTURA TRADICIONAL 


Por Luis Azurmendi


Han finalizado las Jornadas de Arquitectura y Paisaje que se vienen realizando anualmente en Cantabria organizadas por la Asociación Tajamar en colaboración con el Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria y las Consejerías de Educación y Cultura y la de Medio Rural del Gobierno de Cantabria. En esta ocasión también ha participado el Instituto de Patrimonio Cultural de España. Dentro del Año Europeo del Patrimonio Cultural el lema de estas Jornadas ha sido Arquitectura tradicional. Teoría y práctica para su conservación y restauración.


En la presentación inicial se llamó la atención de los riesgos que amenazan los centros históricos de las grandes ciudades: el desbordante flujo de visitantes sobre Barcelona o Madrid está acosando el equilibrio monumental y social de los barrios que los soportan. Un ejemplo paradigmático es Venecia: con el incremento del flujo de turistas (30 millones visitas/año) y la intrusión de los gigantescos cruceros al borde de la ciudad, ha superado los límites que “la serenísima” puede soportar en su delicado equilibrio ambiental y monumental. La situación ha obligado a limitar el acceso del número de turistas y a cuantiosas inversiones medioambientales y de conservación y restauración; Venecia “muere de éxito”. Y eso sucede no solo en las grandes ciudades pues si observamos las tensiones en lugares de nuestras costas o de algunos parajes naturales podemos entender la generalidad del problema.


Fuera de las grandes ciudades en el medio rural, la población abandonó sus lugares de origen y paradójicamente se produce el efecto contrario a lo descrito para las grandes ciudades: el campo se desertiza y la falta de población y de recursos amenaza el mantenimiento de un riquísimo patrimonio cultural y natural.


Este es el marco en el que se desarrollaron estas Jornadas de Arquitectura Tradicional que han tratado de conocer, entre otras cuestiones, cuál es la reacción de las diversas cartas, convenios y recomendaciones de organismos internacionales sobre la protección de los bienes culturales. La Declaración del Foro de Davos (2018) es el último eslabón de una serie de Tratados y Convenios que, desde el concepto único de protección del “monumento”, se incorporan sucesivas ampliaciones conceptuales como el entorno, la historia, el paisaje cultural, el patrimonio inmaterial, la participación pública para, finalmente, este año con la celebración del Año Europeo del Patrimonio Cultural, proponer una visión “integral”, holística dicen, para la intervención en el patrimonio cultural como eje del desarrollo económico y social.


Un intento de visión integral es la observación interdisciplinar de una parte del patrimonio como lo es la arquitectura tradicional. Estas Jornadas han permitido acercarnos al patrimonio tradicional desde las ponencias de especialistas en la geografía, la arquitectura, la ingeniería, la antropología o el planeamiento urbanístico, con la seguridad de que el conjunto nos permitirá una visión nueva y diferente de la que cada una de la partes puede ofrecernos.


Desde la geografía hemos conocido aspectos fundamentales de la evolución de los paisajes naturales hacia los paisajes culturales en la cordillera cantábrico-pirenaica. Juan Carlos Codrón lo explicó con fenómenos históricos aparentemente dispares como los cambios de actividades, los incendios forestales con origen en nuevos usos agrarios o las rutas de la Mesta que han ido modificando la morfología natural del territorio.


Desde un punto de vista antropológico María Roscales abordó el concepto de “espacio” entendido como un escenario del despliegue de prácticas y dinámicas socioculturales, el lugar “practicado”, identificado y que identifica, el lugar cargado de sentidos para quienes lo practican y habitan. Abogó por la cultura originada por la actividad y orientar la investigación de los estilos de las viviendas como respuesta a un modo establecido de construirlas, que no ha surgido con independencia del clima y el paisaje local. Finalizó con la exposición del estudio del patrimonio inmaterial y las organizaciones usos y costumbres sociales de un lugar de referencia, como es Tresviso, en Cantabria.


El arquitecto José Cabrero explicó la relación de la arquitectura con la noción de “lugar” a través de los tiempos y con diferentes ejemplos, incluso foráneos, edificados en el valle de Iguña tales como, una ermita mozárabe y unas casas inglesas tipo “cottage”. Utilizó diferentes extrapolaciones como el traslado de la imagen formal de una torre medieval propia del lugar, a la arquitectura de una ciudad como Madrid. Otro ejemplo fue el tratamiento de nuevos añadidos, resaltando el “principio del segundo hombre” acuñado por E. Bacon, a una obra como la iglesia de Ronchamp de Corbusier semienterrando los nuevos edificios ocultándolos de la categoría visual del monumento.


En cuanto a herramientas de información territorial del patrimonio cultural, el Colegio de Arquitectos de Cantabria presentó, a través de su coordinadora la arquitecta Mar Martínez, el diseño de una web interactiva con los diferentes tipos de la arquitectura regional que resultó de sumo interés. El también arquitecto Domingo Lastra matizó la diferente evolución de algunos municipios que incluso en su inapropiada dinámica urbana pueden contener recursos patrimoniales dignos de proteger.


Como ejemplo de las figuras de planeamiento urbanístico de protección monumental fue expuesto por Carlos de Riaño el Plan Especial de Protección de Liérganes que el pasado año fue galardonado con el Premio Nacional de Urbanismo. El conjunto histórico de Liérganes comprende los barrios de Mercadillo, La Costera, la Rañada y la Ciudad Balnearia, con una curiosa estructura urbana, definida por tapias de cierre de fincas y edificaciones levantadas en los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX que han protagonizado parte importante del Plan.


El patrimonio industrial tradicional, fue expuesto por Luis Azurmendi que resaltó la permanencia de modelos primigenios en la actualidad, como son las ferrerías y los molinos, sin una adecuada protección. Explicó que este tipo de patrimonio es, no solo testimonio de la vida cotidiana del trabajo, sino parte de la historia de la tecnología y, por lo tanto, debe de protegerse con medidas equivalentes a las del grado monumental. Para su restauración trató de trabajos que están realizando sobre las máquinas y edificios como “la erosión” y los “espacios sonoros”. Finalmente proyectó una pieza cinematográfica experimental.


Desmitificar parte de los mitos de la arquitectura popular de siglos XIX y XX fue una de las intervenciones más llamativas por parte de José Luis García Grinda: ni todas las arquitecturas “célticas” son prerromanas, ni siquiera celtas, como sucede con las típicas pallozas. Tampoco toda la arquitectura popular de Andalucía era blanca, más bien lo contrario, como tampoco los tejados planos o inclinados responden siempre a condiciones climáticas. Es una invitación a la revisión de estereotipos exagerados y, a veces, interesados.


En la última sesión se trató a un mayor acercamiento a la teoría y práctica de la restauración.


El arquitecto Annibal González de Riancho fue desgranando la restauración de edificios y conjuntos monumentales según las teorías clásicas sobre conservación y restauración. Ejemplarizó las consecuencias de las grandes guerras que arrasaron gran parte del patrimonio arquitectónico europeo y que sus restauraciones abrieron un cúmulo de falsos historicismos que este autor puso en cuestión en una exposición muy documentada. Nuestros "monumentos", nuestro patrimonio -manifestó- son los conjuntos de arquitectura rural que forman nuestros paisajes y nuestro trabajo también es rehabilitar pequeños edificios, que no son grandes monumentos, pero que forman parte de un todo que es nuestra riqueza arquitectónica y paisajística.


Por parte del Instituto del Patrimonio Cultural de España se expuso el Plan Nacional de Arquitectura Tradicional que fue relatado con minuciosidad y precisión por la etnóloga María Pía Timón. Explicó los ámbitos de desarrollo en los que se incluyen estos bienes y estableció una clasificación. Se identificarán los riesgos y se desarrolló los aspectos metodológicos como los objetivos y los criterios de actuación. Por último, se expusieron los programas y líneas de actuación: programa de investigación y documentación; programa de protección; programa de intervención y recuperación de los sistemas tradicionales y, finalmente, el programa de difusión, transmisión y promoción.


Un análisis histórico-crítico cerró este ciclo de las Jornadas con la intervención del arquitecto Antonio González Capitel que fue desgranando las teorías de conservación en una hipotética aplicación a la arquitectura tradicional. Niega la aplicación de la llamada “restauración de estilo” aunque puede actuarse como una “reconstrucción arqueológica”; Expuso lo que llama restauración “analógica”, que consistiría “en reponer lo nuevo con cierta diferencia, claramente distinguible de lo antiguo, pero que no entra en contraste con ello, sino que busca y consigue la armonía final”. Este mismo criterio puede aplicarse a lo urbanístico y lo paisajístico. No disfracen - termino diciendo- la casa nueva de una casa vieja de aldea, pero intenten actuar con la naturalidad, el sentido funcional y la elegancia de la arquitectura popular.


Como sesión práctica se realizó una excursión que titulamos arquitectura en piedra. Se visitaron torres medievales, casas-palacio, iglesias y molinos de los municipios de Arnuero y Bareyo que han participado también en el patrocinio de estas Jornadas.


Luis Azurmendi


Arquitecto


Presidente de la Asociación Tajamar.





Conferencia en el Instituto del Patrimonio Cultural de España

Arquitectura hidráulica  tradicional  y la necesidad 

de unas directrices para su conservación

 
Azurmendi, Luis y Angeles Gómez Carballo

Resumen
El territorio donde se encuentra la arquitectura tradicional hidráulica suele superar los límites administrativos regionales o nacionales. Esta situada en lo que se denomina «dominio público hidráulico» dependiente, en general, de las administraciones centrales. Corresponde a éstas, en colaboración con las administraciones  regionales y locales o, en su caso, con las internacionales, armonizar criterios de conservación a través de Directrices comunes.

Este patrimonio es de gran envergadura por cantidad y cualidades. Como ejemplo de la necesidad de esas Directrices,  este artículo desarrolla el caso de los molinos de mar como patrimonio litoral en la costa atlántica europea y, en menor medida, del patrimonio  fluvial, así como los problemas  existentes..

Palabras clave
Arquitectura, tradicional, hidráulica, conservación, directrices.

Abstract
The territory where traditional hydraulic architecture finds itself usually overcomes the regional or national administrative limits. It is placed in what is known as «public hydraulic domain» which generally depends on Central Administrations. These are responsible for coordinating and harmonizing the preservation criteria with Common Guidelines, collaborating  with regional, local and international administrations.

This heritage is of great importance due to specific quantities and qualities. As an example of the necessity of these guideli- nes, this article expands on tide mills as European Atlantic littoral heritage and, in lesser magnitude, the fluvial heritage, and existing problems.

Keywords
Architecture,  traditional, hydraulic, preservation, guidelines.




La mar y los ríos como vía de comunicación, comercio  y cultura

La mar ha sido uno de los medios  de relación, comunicación, comercio  y cultura más importante para la humanidad. Las rutas marítimas contribuyeron a la difusión tecnológica  entre países. El litoral acogió una serie de actividades tradicionales, muchas desaparecidas, relacionadas con el mar como  son los puertos, astilleros, salinas, mercados y lonjas. También  acogió el alojamiento de marineros, comercian- tes y pescadores así como actividades relacionadas con su vida social o religiosa.

También  los ríos han sido un medio  de comunicación esencial  en la mayoría  de los países Las obras par la navegación, el riego, la molienda  y otras  actividades han legado a los valles fluviales un vasto y rico patrimonio hidráulico edificado. Los ríos no son espacios  naturales primigenios, sino que son el sedimento cultural que da un significado histórico a sus cursos fluviales. Los ríos contienen, a modo de testimonios, obras o restos de las intervenciones del hombre en el aprovechamiento de sus aguas, con un importante contenido patrimonial.



Ruinas de un molino de mar en la costa de Cantabria. Fotografía: Luís Azurmend y Ángele Gómez Carballo.


Patrimonio Litoral

Como consecuencia, estas actividades y la propia vida cotidiana  tradicional, han dejado sobre el terri- torio litoral las huellas de un importante patrimonio cultural que puede  ser visible o estar oculto por el paso del tiempo  y su propio deterioro.

Hoy ese patrimonio está en trance de desaparecer por la implantación de nuevos usos y ocupación del litoral, incompatibles con su permanencia y que, cuando se logra conservar, lo es de forma fragmentada y ajena a la actividad económica del momento y sin una integración en la estructura territorial contemporánea.

La mar la cultura marina, si se nos permite esta expresión, tiene algunas  peculiaridades con respecto a las características del territorio  interior La más  sobresaliente es su carácter universal  y de intensa interrelación entre los pueblos ribereños. No en vano durante siglos la relación en el mundo de la nave- gación estuvo determinada por normas consuetudinarias como lo fueron las Leyes de la isla de Layrón (Flores Díaz 2001: 48).

Esta intensa relación entre los diferentes pueblos de la costa hará que la cultura ribera tenga en común, entr otras  cosas un intercambio de tecnologí que se denotará en el estudi del patrimonio litoral. Ycomo consecuencia, el patrimonio marítimo en general, requiere una observación de carácter transversal y comparativo, entre lafuentes de investigación local de un amplio territorio. Las medidas de protección, para su mantenimiento como memoria colectiva, también requeriráun tratamiento territoria amplio.

Si pensamos en la construcción naval, en la de los puertos  o en los centros  productivos, en las técnicas de pesca,  o en las salinas, cetáreas, molinos  o las propias  viviendas  tradicionales, encontraremos más puntos  de coincidencia entr los testimonios de actividades tradicionales en lugares alejados de la cos- ta que entr los más cercanos de tierra adentro.

Litoral Atlántico: un patrimonio  común  por efect de las mareas

Si aproximamos nuestras observaciones al litoral atlántico meridional europeo percibiremos un condicionant natura comú que es la influencia de las mareas. Como sabemola altura de marea llega a tener una oscilación de 12 a 15 m de altura en Bretaña en el norte hasta modularse a 2 m en el Sur de la Península Ibérica. Además el ritmo se repite cada 6 horas y se desplaz 1 hora cada a aproximadamente.

  1. Es lógico que  los pueblos  ribereños utilizasen  semejante fuerz natural  par provecho  propio  y adquiriesen  técnicas  par multitud  de actividades como,  entr otras los aserraderos de madera en los astilleros, la molienda  del cereal o de la sal, en los molinos la propia obtención de sal en las salinas, la pesca  en los corrales  o la fabricación  de armas.
  2.  Pero el ritmo de las mareas, además de su aprovechamiento por el hombre para la producción, ha te- nido efectos sobre el tejido social de los pueblos de la costa. Era habitual que la actividad agrícola y de pesca  fuese compaginada de forma  que muchos  pueblos  y concejos  eran  pequeñas comunidades au- tosuficientes de pescadores y campesinos. La pesca  de bajura requería la salida a la mar con la marea alta, actividad  que realizaban los hombres. Cuando la marea bajaba  eran  las mujeres  las que llevaban el grano cereal al molino dado que estos solo funcionaban en las mareas bajas. Ambas actividades se desarrollaban, por tanto,  en momentos diferentes. Como las mareas se desplazan en el tiempo, estos trabajos  se realizaban con independencia de la noche  o del día. Esta arritmia  en la actividad  de la colectividad  cr no pocos conflictos sociales que han sido registrados por ordenanzas que trataban de regular costumbres ancestrales (Gallego 2004: 52–101. Escallada, 1987)1. 


Condicionantes geográficos y sociales

Las relaciones  entr arquitectura tradicional  y el medio  en que se asient son muy directas Es s, diríamos  que pertenecen al mismo  paisaje si entendemos por este  término la interrelación entr el medio  natural  y las construcciones para actividades humanas.


Las influencias  que las arquitecturas reciben  del entorno medioambiental pueden ser variadas:  por la estructura geográfica del lugar, por las características geológicas, por el clima, por la organización social y, en nuestro caso, por el fenómeno de las mareas.

Las  características geológicas  y forestales  del entorno también condicionarán el tipo de edificio por los diferentes tipos de rocas y maderas y la facilidad de su obtención par la edificación  y transporte desde  las canteras y bosques. Importante será,  también, la localización de las canteras de las piedras de moler que, a veces, deben  traerse desde  lugares muy alejados.

El clima que, en general,  nos justificará al exterior  las diferentes pendientes de tejados y de orientacio- nes de fachadas, condiciona gran parte de la envolvente tradicional  de los edificios. Toda la costa recibe la influencia del clima atlántico  de carácter bastante homogéneo.

Pero sobre todo, como aquí vamos a ver, serán las mareas quienes unifiquen todo el patrimonio en función de su intensidad. Pensemos que los molino son una integración de máquina y edificio, de ingenierí arquitectura. Máquinas y edificios que debe de adaptarse para la obtención de la enera de las mareas2.

En nuestro caso, edificios y obras en la zona intermareal, el tipo de ensenada o la morfología de la costtambién altera los modelo de edificios. Un entorno próxim a la bocan de la a o ensenada, generará necesarias defensas adicionales respecto al oleaje como es el caso de algunos molinos de Galicia.

La organización social afecta a la tipología edificatoria.  En Galicia, por ejemplo,  no son abundantes los molinos de mar y ello seguramente por razones vinculadas con una peculiar estructura de la propiedad agraria, el minifundio, que permite encontrar junto al mar, sorprendentes hileras de pequeños molinos individuales  de agua dulce. Sin embargo será difícil distinguir la infraestructura hidráulica  de los pocos molinos  de mar de Galicia de los abundantes de la costa Sur de Bretaña  o de Cantabria.

También existen unas rutas de la tecnología o, dicho con s propiedad, de los oficios que, con la emigración, irán difundiendo todos práctica lejanos a sus lugares de origen. Habría que citar cómo molineros de Aquitania construían molinos en Guipúzcoa, o gentes procedentes de la Isla de Oleron construyeron molino en la Bahía de Cádiz, o al marqués de la Hermid promoviendo otro molino también en Cádiz. Indiano ilustrado construyeron complejo agrícolas y mareales en Huelva. Tambié es muy claro el trasiego de ferrones carboneros del Ps Vasco posibilitando lconstrucción de ferrerías por toda lcornisa cantábrica, extendiéndose incluso a territorio del Valle del Ebro.

Los molinos  de mar

Uno de los casos s singulare y que mejor conocemos es el de los molinos de mar. La tipología de su construcción y su evolución a lo largo de las costas atlánticas nos descubrirá una cultura tecnológic común. Cada comunidad, como veremos, mantendrá peculiaridades propias para adaptar el conocimienttecnológic a las condiciones geográfica y culturale del lugar. Esto es importante porqu el significado de la utilización de un modelo de máquinaria y no otro, no supon ignoranci o retras sino s bien lo contrario supon una capacidad de selección, categorí superio al simple conocimiento de una técnica concreta.

Descripción

Estos molinos  consisten en un artificio par conseguir  aprovechar la energía  de las mareas . Se cons- truía  un  muro,  una  presa,  que  cerraba una  pequeña ensenada o se  intercalaba en  el caño  de  una marisma como  son  los casos  de Andalucía.  Sobre la presa  se construía  el edificio del molino.  Unas compuertas dejaban entrar  el agua en la marea creciente de forma  que la ensenada se convierte  en un embalse. El agua queda  retenida durante el «vaciante» hast que, conseguido el desnivel suficiente, se abrían  los canales o cañones del molino  y el agua impulsaba las ruedas  hidráulicas  que giraban  y ponían  en movimiento la máquinaria.


El edificio  del molino

En términos generales la arquitectura es la típica de un edificio auxiliar de producción y por lo tant exenta de tod tipo de ornat y no sujeto a  condiciones que el cumplimiento estrictdel funcionamiento3.

Bajo el nivel de las aguas toda la obra del edificio suele tener un cuidado diseño para un adecuado comportamiento hidráulico;  son  obras  de mam- postería  con sofisticados sistemas de cimentación e impermeabilización. Allí, en el nivel inferior, en el llamado  infierno, en algunos casos, se encuentra la rueda hidráulica,  una de los elementos más importantes que nos dará numerosas claves para establecer las relaciones  a lo largo del litoral.

Sobre el nivel de las aguas  se encuentra el edificio y en su interio la máquinaria. Su construcción es s sencilla y tampoco está condicionada a s determinaciones que el alojamiento de las máquinas.

Como sabemos el funcionamiento consiste  en el impulso  de la rueda  hidráulica  que  gira y trans- mite el movimiento a la máquinaria (Azurmendi; Gómez, 1985: 23–25). La molienda  se consigue haciendo pasar el grano entr dos piedras  circula- res que giran entr sí. En las caras de contact de estas piedras existen unos rebajes radiales cuyo diseño  es de cierta complejidad, pues su función es la de trinchar, moler, afinar y ventilar o refrigerar toda la operación.



No dedicaremos más  atención aquí al funcionamient de los molinos pues lo que nos interesa es conocer  la tipología que se desarrolla  en nuestras costas  y cuál es la relación entr ellas.

Tipologías en la costa atlántica europea



Tenemos, pues tres elementos comunes a los molinos  de la costa  atlántica:  las presas, las ruedas  hidráulicas y las ruedas  molares  (Azurmendi; Gómez, 2005: 23–25).

a.  Las presas

En la costa N. en Bretaña,  la marea tiene una gran amplitud  (12 m en Mont Saint Michel) las presas son de piedr y de grandes dimensiones para soportar el empuje  de las aguas.

A medida  que descendemos hacia las costas  más meridionales, al reducirse la amplitud  de marea, se reducen los espesores y altur de los muros  per suele  ampliarse su longitud  par conseguir mayor  capacidad del embalse y equilibrar  el rendimiento de producción. Más al Sur se comienzan a utilizar conglomerados de arcilla o motas  en zonas  de marismas, ocupando los canales  de los esteros  o de las salinas.


b Las ruedas  hidráulicas

Se diferencian claramente las verticales de grandes dimensiones al Norte, y las horizontales y más reducidas de la zona meridional. Hay unas sugestivas  excepciones ya estudiadas con diferente pre- cisión (Azurmendi; Gómez, 2012: 29). En Nendrum, Irlanda del Norte (McErlean, 2005), las ruedas medievales eran horizontales y la explicación  se basa en el mismo  argumento utilizado: la amplitud de marea. Allí la marea se desvanece por la morfología de la costa siendo equiparable a las del Can- tábrico en España. Otra excepción es que, por el contrario, en el Sur hemos  encontrado vestigios de ruedas  verticales cuya hipótesis  de trabajo actual es que estaban vinculadas  a las salinas marinas y, en ese caso, más tendrían que ver con algún tipo de noria.

c Las ruedas  molares.

Aparte de su material  litológico y dimensiones geométricas poco conocemos del diseño  o dibujos de las ruedas  molaresVarias agrupaciones culturales sobre todo de arqueólogos franceses5 vienen estudiando este caso de las piedras  molares  y de su origen en canteras. Las propuestas existentes que dan lugar a la explicación  del origen de los diseños  esvásticas  parecen escasas  y en ocasiones rayan  con la fantasía.

Pero hay que señalar  que existe multitud de dibujos y picado de piedra que agrupadas por formas y lugares que su estudio  quizás pudiesen arrojar alguna luz a tan interesante cuestión.

Lo si se observ es que el diámetro de las ruedas  en lugares de mayor  marea son también mayores que en las zonas de menor influencia de la marea.

 Cadena tipológica  en el litoral atlántico
De lo anteriormente expuesto podemos llegar a la conclusión  de que la marea es el principal condicionante del tipo de molino,  máquinas y edificio, y al ser ést gradualmente variable  también lo son los tipos de molinos  de forma tal que en el Atlántico meridional europeo existe una cadena tipológica que explica la evolución técnica y su adaptación a los condicionantes medioambientales (Azurmendi; Gómez 2005: 23–25).

Es reconocido que también otros condicionantes, como la morfología de la costa, puede crear variantes locales que se incorporan al modelo y, a su vez, generan subtipos a veces de gran relevancia o personalidad.


Pero lo que aquí queremos manifestar es que, dentro de esa cadena tipológica, cualquie pequeño modesto molin pued dar explicació a la razón de ser de otro de mayo carácter o a la relación con otros lugares bien alejados. De ahí la importancia de mantener esto testimonios de nuestra arquitectura tradiciona por muy modesta que pueda presentarse. (Azurmendi; Gómez, 2005: 26).

De la observación de los inventarios6 realizados llaman la atención dos cuestiones que requerirían alguna respuesta.



 Antigüedad y origen de los molinos

Hasta el momento y que conozcamos, los datos  arqueológicos más  antiguos  son los de la Abadía de Nemdrum en Irlanda  del Norte7   que documentan molinos  de mar  construidos en los siglos vii  y viiiEn el área  continental, más  recientemente, y por investigación  documental, se citan dos molinos  en Cantabria  de los siglos x y xi  como los más antiguos Otros trabajos  publicados  citan de tiempos  de los romanos los situados  en el actual centr de Londres9  o las lagunas de Venecia en el s. xi10.

Sin entra ahora en cada caso, debemos señala la dispersióde lugares en épocas tan tempranas como los siglos vi al xi. Lo que podemos deducir en referencia a los dato de que disponemos, es que la utilización de las mareas era ampliamente conocid y extendida por las costas occidentales en el Medievo.

El caso de la cita de Venecia y otras italianas, como los dibujos de Taccola (Azurmendi; Gómez, 1985: 14), no está explicado suficientementdada la escase de mareas en áreas mediterráneas.

Concentración de molinos

A lo  largo del litoral hay varias zonas  que llaman  la atención por la concentración de molinos  en su territorio.  De todas ellas destaca  Cantabria  con noticia de cerca de 90 molinos  en su territorio  hast el s. xix Esta intensidad de instalaciones no tiene una explicación  definitiva. Pudier ser que la situación de los puertos  de carácter transoceánico haya tenido  que ver con ello. La importación americana del maíz tuvo un fuerte  impact en la región en el s. xvii  que, par su molienda, hubo  de incrementar  el número de molinos. En los puertos  como base de las travesías  oceánicas se elaboraban galletas11 como reserv alimenticia básica en los navíos, con cereal molido en los molinos  cercanos. Otras explicación más simple es que en Cantabria  se ha realizado  un esfuerz mayor  en la investigación, localización e inventariado de los molinos de mar. También  influiría la morfología de una costa caracterizada por sus amplias  marismas y rías muy aptas  para este tipo de instalaciones.

Áreas de patrimonio  común

Es difícil definir un límite preciso para un determinad tip de patrimonio. Gran part de la arquitectur tradiciona del Norte de nuestrpaís es consecuencia de la importación de modelo castellanos por los propio canteros de la monta que iniciaro una importante diáspor en el s. xvi. Por lo tanto esa tipología no solo abarc un áre cantábric sino que,   bien es castellana y no podemo descartar influenci italianas Y en nuestrcaso solo el escas efect de la marea pondrá fin a la construcción de molino de mar Por lo tanto, eámbito dond puede reconocerse esta especial tipología de arquitectura hidráulic es lógicamente aquel en que existen mareas suficientes. Son tantas las similitude en la zona de estudi que, a vecesno es fácil distinguir un edificio por su pertenencia a una región determinada. Porque su principal condicionante, la marea, no depende de ningún límite de tipo administrativo.



Aunque  no  es  motiv de  este  trabajo,  vamos  a fijarnos  en  otr tipología  par intentar definir  la importancia del ámbit territorial de un tipo de patrimonio. Con epicentro en las minas  de hierro de  Triano,  en  Vizcaya, el transporte del mineral
de hierr a los centros  de producción de todo el Cantábrico  fue la vía marítima (Santana,  1999).  Los puntos  de desembarco de mineral  y embarco de los productos elaborados fueron los puertos  fluviales existentes en prácticamente todas las desembocaduras de los ríos cantábricos. Allí se situaban las lon- jas, almacenes y lugar de comercio, y aguas arriba las ferrerías hidráulicas  donde  se fundía y elaboraba el mineral.  Pues bien todo ese entramado de los puertos, lonjas, minas y ferrerías forman  también una ruta litoral de un patrimonio edificado de características tipológicas coincidentes y comparable como sucede  con los molinos  de mar12.

Así pues, existen  líneas de tipologías edificatorias  de diversas actividades que es preciso conocer  tanto desde  el ámbit local como  también desde  una  perspectiva general  y comparativa que interprete  el conjunt de relaciones  y coincidencias.


Directrices nacionales, regionales  y transnacionales

Aquí se nos presenta una cuestión  a la hora de valorar unas  directrices  de un Plan Nacional de Arqui- tectur Tradicional.

En primer  lugar los ámbitos  regional o autonómico no siempre parecen suficientes  para obtener unas directrices  apropiadas. Será mediante una visión integradora de las diferentes administraciones regionales  como  se consiga  armonizar una  adecuada política de protección par ese  tipo de patrimonio, método de  integración aplicado  al Plan  de  Arquitectur Tradicional  elaborándose actualmente por técnicos  de los gobiernos  regionales13.

En segundo  lugar el propio Consejo de Europa inició su apoyo a rutas transfronterizas con patrimonio singular y común.  Las rutas culturales se han desarrollado con carácter estable como es la Ruta Pirenai- ca del Hierro o la de las salinas aún elaborándose, u otras relacionadas con productos agrícolas como la Ruta del Olivar, o por las rutas de la peregrinación del Camino de Santiago o la del Legado Andalusí14.

Otro ejemplo  de actividad de difusión son las exposiciones itinerantes organizadas, a nivel internacio- nal, por el Ecomuseo  de Seixal15   y por la Asociación Tajamar  a nivel nacional16. Aunque esper la de- nominación de Itinerario  Cultural Europeo, nos sirve de ejemplo para mostrar cómo este tipo de patrimonio,  además de los estudios  regionales necesita de estudios  desde  ámbitos  internacionales y cómo existe un potencial  de participación ciudadana en la defensa y autoestima de su propio patrimonio.

De ahí también que un Plan Nacional de Arquitectur Tradicional requiera, para el caso del patrimonio hidráulico,  no solo de los estudios  regionales  sino que  debe  introducirse en este  complejo  tejido de rutas y líneas patrimoniales de otros ámbitos, como es el caso descrito17, como los molinos  de mar o la fabricación  y comercio  marítimo del hierro,  con las ferrerías  y los puertos  fluviales, las rutas  de la sal y las salinas, entr otras.


Patrimonio Cultural y Dominio  Público Hidráulico

El patrimonio hidráulico,  del que  estamos tratando aquí,  tant del litoral como  de los ríos, tiene  en común  su pertenencia al Dominio Público Hidráulico y su zona de influencia.  Esto es importante porque  desde  una  perspectiva de la evolución  legislativa del dominio  público marítimo, el concepto ha evolucionado desde  su pertenencia exclusiva de las «aguas» a una interpretación más amplia  bien por mandato constitucional o por determinación legal. Así sucede  que los terrenos ganados  al mar  o los desecados en la ribera del mar pertenecen también al dominio  público18.

Esta incursión  en los temas  jurídicos y competenciales pueden ser de suma  importancia a la hora de definir parte del patrimonio marítimo o fluvial que, con el transcurrir del tiempo, han quedado situados sensiblemente alejados del borde de las riberas Pensemos, por ejemplo, que si trazamos una línea que una los molinos existentes en la bahía de Santander en el s. xviii ésta dibujará el borde litoral en aquel momento y que, comparado con el borde actual, demuestra que la bahía de Santander ha perdido  más del 60%  de su superficie original.


 Pues bien queremos decir con esto que prácticamente la totalidad  del patrimonio arquitectónico y de ingenierí hidráulic pertenece al Domini Publico Hidráulico. Y estamos hablando de un patrimonio dominante en nuestro país pues, por ejemplo a la existencia de 22 000 molino y azude descrito por Madoz, además de batanes noriales y salinas interiores, habrá que añadir el innumerable patrimonio del litoral con puertos, arsenales, astilleros molinos salina y pesquerías, entr otros que podemos considerar como patrimonio tradicional. Y todos está situado o dependen del Dominio Público Hidráulico.



La coordinación administrativa: necesidad de unas directrices generales

Las dificultades  de coordinación de un espacio  territorial  cultural que abarca  a varias comunidades ha sido un tema  relegado  en los casos que tratamos.

Así ha sucedid qu mientras e un comunidad se conserva un  determinado patrimonio, e otrasquizás por razones de fuerza mayor ese patrimonio prácticamente ha desaparecido bajo la presió de nueva infraestructuras o por un abandono generalizado. Este será el caso, por ejemplo, del abandono ruina de los grandes noriales  aragoneses, consecuencia de la introducción de las estaciones de bombeo para el riego. De esta forma las nueva centrales hidroeléctricas podría utilizar los tradicionales azudes.

Ese inmenso patrimonio de litoral marítimo y de riberas  de río est dentr de la jurisdicción  de un único organismo, el Ministerio de Agricultura, Alimentación  y Medio Ambiente20  lo cual, en principio, parece  ser una ventaja  para su protección.

Por otro lado la competencia del patrimonio cultural esta sometido a los diferentes ámbitos  territoriales y administrativos de la Administración Central, Comunidades Autónomas  y Ayuntamientos en sus respectivas legislaciones.

Es evidente  que ambos  Ministerios, uno actuando sobre el Dominio Público Hidráulico y el otro sobre el patrimonio cultural de ámbit supraregional deberían encontrar fórmulas  de coordinación adecuadas La actual  redacción de un Plan Nacional de Arquitectur Tradicional,  por parte  del IPCE, es una oportunidad muy favorable para establecer unas directrices  comunes dado que allí participan también las administraciones autonómicas.


Soporte jurídico

a.  Ley de Costas

La actual Ley de Costas permite que los Bienes Declarados  de Interés Cultural puedan inscribirse  en su propia legislación.

Efectivamente en la transitoria 3 se dice textualmente:

«3.ª En los núcleos que han sido objeto de una declaración de conjunt histórico o de otro régimen análogo  de especial  protección serán  de aplicación  las medidas derivadas de dicho régimen  con preferencia a las contenidas en esta Ley».

La nueva Ley de Costas, en trámite al escribir estas líneas, también considera esta excepcionalidad dado  que prevé  que a los bienes  declarados de interés  cultural que ocupan  el dominio  público, se les otorgue  una concesión y se les aplique su régimen  jurídico propio.

Efectivamente en las normas transitorias se dice:

«23. Se introduce una  nuev disposición  adicional  undécima que  queda  redactada del siguiente modo:

Disposición adicional undécima.

1.    Los bienes  declarados de interés  cultural situados  en dominio  público marítimo–terrestre que- darán sujetos al régimen  concesional previsto en la presente ley, a cuyo efecto la Administración otorgará  la correspondiente concesión, en el plazo de un año a contar  desde  la fecha de la declaración  de interés  cultural.


2.    A los bienes  declarados de interés  cultural que se encuentren situados  en el dominio  público marítimo–terrestre, la zona de servidumbre de tránsito, de servidumbre de protección o de influencia se les aplicarán  las medidas derivadas de dicho régimen  con preferencia a las contenidas en esta ley, sin perjuicio de lo previst en la disposición  transitoria tercer apartado 3.º».

Y dicha transitoria dispone:

«Disposición transitoria tercera. Plazo para solicitar la concesión de ocupación  de bienes  declarados de interés  cultural.

La concesión previst en la disposició adiciona undécima de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas, de los biene cuya declaración de interé cultural sea anterior a la entraden vigor de la presente ley, se otorgará  por la Administración en el plazo de un  a conta desde esa fecha».

  1. El problema reside ahora en que las diferentes administraciones tienen  prioridades y ritmos de actuación diferentes cuyas  consecuencias son negativas  par la conservación del patrimonio. Pondré  algún  ejemplo.  La Administración  Central,  el antiguo  Ministerio  de Medio Ambiente, puso en marcha el Plan de Restauración de Ríos que permitió  el derribo  de numerosos azudes con la dudosa  idea de conseguir  unos ríos ideales primigenios y libres de obstáculos, cuando esos obstáculos  pertenecen a la propia  estructura histórica  de los ríos. Es s pertenecen  al mismo  paisaje entendido éste bajo el criterio de la Convenio Europea del Paisaje19.
  2.  

Los planes  de restauración medioambiental o del patrimonio cultural, par el litoral o par las cuencas  fluviales, son de ámbit superior  al local y autonómico y, salvo excepciones, tampoco la Administración Central ha acometido los estudios  necesarios de patrimonio en las riberas  de ríos y costas.

b Ley del Patrimonio Histórico Español

Por otro lado desde  la Ley de Patrimonio Histórico Español, existe la posibilidad  de declaración de Bienes de Interés  Cultural en el Dominio Publico. Pueden  tener  un carácter interterritorial ajustado al ámbit que requier el tipo de patrimonio de que se trate  y no a la exclusiva delimitación administrativa. Además la propia Ley de Costas, como hemos  visto, establece la aplicación de la legislación sobre patrimonio en los casos de Bienes de Interés  Cultural.

Por otro lado en los planes y obras que requieran información sobre impact medioambiental surge un nuev condicionante par la protección del patrimonio hidráulico  dado  que, como  ejemplo,  la Ley de patrimonio de Cantabria  establece en su artículo 93 que:

«1. La Consejería  de Cultura y Deporte  habrá  de ser informada de los planes programas y proyectos tant públicos  como  privados que  por  su incidencia  sobr el territorio,  puedan implicar riesgo de destrucción o deterioro del patrimonio cultural de Cantabria.

2. Todo proyect sometido a evaluación  de impact ambiental según la legislación vigente, deberá incluir informe arqueológico con el fin de incluir en la Declaración de Impacto Ambiental las consideraciones o condiciones resultantes de dicho informe».


Directrices para la protección del patrimonio  tradicional en el Dominio  Público Hidráulico

En consecuencia, la Administración Central, a través del Ministerio de Educación y Cultura (MECD), es el órgano más adecuado para acometer un plan o unas directrices  para la protección de la arquitectura tradicional  en riberas  fluviales y litorales marítimas.


Esto en nada  rest la autonomía competencial administrativa, ni urbanística, ni política, a otras  ad- ministraciones, pues  se trat de ajustar  ámbitos  de actuación a una  adecuada coordinación entr la Administración central  la autonómica y la local.

Y es aquí donde  cobra sentido  unas Directrices o un Plan Nacional de Arquitectur Tradicional, porque en los casos  de Dominio  Público Hidráulico, puede  proponer unos  objetivos  en ámbitos  territoriales adecuados a consensuar y desarrollar con las diferentes administraciones.

De est forma  se adecuan las intervenciones de protección a ámbitos  territoriales homogéneos y, si resulta necesario, de extensión superior  a los límites administrativos.

Conclusiones

•  Los tipos  de patrimonio arquitectónico tradicional  tienen  un  ámbit de instalación  e influencias superiores a los límites administrativos como aquí se ha explicado en el caso de los molinos de mar y extensiv al patrimonio fluvial.

•  El patrimonio situado  en el Dominio Publico Hidráulico (DPH), tant de litorales como fluviales, es de una gran envergadura, por cantidad y cualidades  específicas.

•  La competencia en el Dominio Público Hidráulico es de un solo ministerio el MAGRAMA a través de los organismos de costas  y cuencas  fluviales.

•  La competencia par al patrimonio cultural es del ministerio MECD, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos.

•  Son necesarias unas Directrices de ámbitos  adecuados en el DPH para la protección de la arquitec- tura hidráulica  tradicional  consensuadas entr las diferentes administraciones.

•  La elaboración de las Directrices  la iniciaría, como  es el caso del Plan de Arquitectur Tradicional, el Ministerio  de Educación,  Cultura y Deporte con  un  acuerdo  previo  con  el Ministerio  de Agri- cultura,  Alimentación  y Medio Ambiente. Participan  las diferentes Comunidades Autónomas  y en su desarrollo  intervendrían las administraciones urbanísticas competentes en materias de cultura y urbanismo.









Bibliografía

AZURMENDI, L.; GOMEZ CARBALLO, M. A. (1985): Molinos de MarColegio de Arquitectos  de Cantabria:  23–25).

 (2005): Molinos de Mar y estuarios, Litoral Atlántico: 23–25.

 (2010): Inventario de Molinos de Mar en España 2010. MMARM. (Sin publicar).

 (2012): Molinos de Mar en Cantabria. La restauración del molino de Santa Olaja. Litoral AtlánticoESCALLADA GONZALEZ, L. (1988): Molinos de marea en Siete Villas. An. Juan de la Cosa vol. VI: 203–236. DIAZ, F. (2001): «Villas Atlánticas, el mar y sus leyes», Litoral Atlántico: 48–54.
GALLEGO, A. (2004): Los molinos de marea en las villas de Argoños y Santoña. Estudios Trasmeranos 2, Madrid: 52–101. LARHA y RGZM Mainz, (2005): Simposio de Grenoble sobre piedras  de Molinos. Grenoble.
MCERLEAN, T. (2005): Encontr Internacional «Moinhos de aré do Ocidente  Europeu», Ecomuseu  Seixal.

MAYORAL, P. (2003): Las canteras de molino de piedra: una industria riojana desconocida, Altza VII, San Sebastián:  1 35–146. SANTANA, A. (1999): «La Montaña  de Hierro», Hierro al Mar, Litoral Atlántico: 28–37).
MENENDEZ REXACH, A. (1978): «La nueva Ley de Costas». Ceumt: 29–35.


Notas

1     Se prohibía  a los varones, salvo al marido,  acompañar a las mujeres  a los molinos.

2     No se trata de la «energía mareomotriz» si no más bien del aprovechamiento de los desniveles  entr mareas.

3     Hay casos  en los que el edificio cobr singularidad  y tiene  un carácter más  representativo como  son los molinos  de Arillo y Santibáñez en la bahía de Cádiz.

4     La documentación es muy amplia y remitimos al lector a la bibliografía.

5     (LARHRA y RGZM Mainz, simposio  en Grenoble, 2005.  También  PASCUAL MAYORAL, P.; GARCIA RUIZ, «Las canteras de mo- lino de piedra:  Una Industria  riojana desconocida»  (2003). Altza VII, San Sebastián:  135–146.

6     Inventario  de Cantabria,  Inventario  del Litoral Español (Azurmendi  y Gómez Carballo) e Inventario  Europeo.

7     Es el único que ha utilizado procedimientos arqueológicos para la datación.

8     Luis Martínez Lorenzo en el Congreso de Molinología de Zamora.

9     Trabajos arqueológicos de Español en Londres.

10   Desde la cita de la noticia de Jean Gimpel 1975 no hemos  tenido más noticia.

11   Antxon Aguirre ha tratado este tema  con mayor  profundidad. Trabajo inédito.

12   Luis Azurmendi,  manuscrito inédito.

13   Plan Nacional de Arquitectur Tradicional. IPCE. Bajo la dirección  del arquitecto Félix Benito.

14   Institut Europeo de itinerarios  culturales  (1997). Consejo de Europa.

15   Beca convenio  Asociación Estuarium, Ecoparque  Trasmier y Ecomuseo  do Seixal.

16   Tajamar Litoral Atlántico, en Santander, Gijón, Cádiz y otros.

17   Manifiesto para la arquitectura intermareal. Asociación Tajamar.

18   MENÉNDEZ REXACH, A. (1978): La nueva Ley de Costas. CEUMT.

19   Ratificación del Convenio Europeo del Paisaje en Nov. 2007.

20   El Ministerio de Fomento es competente, el Dominio Portuario,  cuya legislación le excluye de la aplicación de la Ley de Costas.






V JORNADAS DE ARQUITECTURA Y PAISAJE

CAMBIO DE FECHAS 
se anunciara proximamente














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Inauguración de la sede de ARCA en Santander
El patrimonio litoral y su conservación
por Luis Azurmendi



Comunicación en el Instituto del Patrimonio Cultural: 
los itinerarios culturales

Jornadas Plan Nacional de Arquitectura Tradicional IPCE

ASOCIACIÓN PARA LA CONSERVACION DE LA ARQUITECTURA TRADICIONAL.Tajamar
Luis Azurmendi. Arquitecto

1.    DEFINICIÓN DEL PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO HIDRÁULICO

Existe en el litoral marino y en los ríos un importante patrimonio cultural caracterizado por la utilización tradicional del agua como fuente de energía.
Se trata, entre otros, de molinos para moler productos y obtener harinas, afinar la sal, o barrenar armas; almazaras hidráulicas para obtener aceites; batanes para enfurtir lanas o fabricar papel; ferrerias dehorno bajo para herramientas de trabajo para tareas agrícolas o de la mar como las anclas; hornos altos para fundición de grande piezas, como cañones; norias y otros artificios para regadío; pesquerías, viveros, cetáreas y tantos otros que acompañaron la vida cotidiana de los pueblos

2.    LA INVENCIÓN
La aparición de ingenios en lugares diferentes pueden tener su explicación en:
2.1.     Aparición expontánea en lugares sin conexión alguna donde se dieron necesidades y circunstancias similares
2.2.       Por distribución entre los pueblos como los movimientos migratorios  causa importante de las trasferencias de tecnología de oficios entre las regiones como fueron los maestros canteros de Trasmiera que emigran al  Escorial o a Lisboa, los ferrones y carboneros vascos que se desplazan a lo largo de la cordillera cantábrica asi como otros oficios como doradores o campaneros

3. CONDICIONES PARA SU DISEÑO LOCALIZACION Y TIPOLOGIA. 
3.1.- el entorno medioambiental .
Las variaciones  de las condiciones medioambientales, provocan la aparición de tipos diferentes de máquinas o edificios.
Sin embargo otras condiciones justificaran que usos o instalaciones no dependan exclusivamente del medio ambiente Caro Baroja advirtió que“El hombre más que adaptarse al medio lo transforma y modifica”
3.2.- la estructura social
La estructura social afectará localizaciones y diseños. Serán diferentes según se trate órdenes religiosas  o de las monarquía y la nobleza, o enrégimenes concejiles,  con un orden social  mancomunadodando lugar a diferentes tipos de construcción y de explotación ( arriendos, turnos, paradas o mareas o individuales.[1])
3.3- las características culturales de cada pueblo
El conocimiento científico y técnico desarrollado por cada comunidad es un factor fundamental. Habría que observar aquí que la utilidad de un artificio o construcción dependerá también de la elección y adaptación al medio de forma que el descubrimiento de un tipo más arcaico no indica que esa sociedad no tuviese modelos más evolucionados. Es más: en un mismo territorio se dan casos de utilización simultánea de modelos arcaicos y otros más evolucionados elegidos según el medio en el que se instalan.


4. LOS ITINERARIOS CULTURALES

La Asociacion para la conservación de la arquitectura tradicional, desde el año 1997, viene realizando diversas actividades culturales y entre ellas  Itinerarios Culturales
Consisten estos un recorrido lineal con reconocimiento material y comparativo que se interrumpe en varias ocasiones con exposiciones donde se muestran los hallazgos cuya importancia se debate con los habitantes de cada zona.



5. EJEMPLOS DE ITINERARIOS REALIZADOS


5.1. PATRIMONIO MARÍTIMO

Molinos de mar.
PLANO MOLINOS EN EL ATLANTICO. INTERPRETACION
Las diferentes formas de utilizar la energía de las mareas
depende de
1.-factores ambientales (mareas, climatología, geomorfología)
2.-socioculturales (estructura de la propiedad , tecnología)
Exposiciones realizadas:

Exposicion de Santander,
Exposicion Gijon
Exposicion Cadiz


5.2. PATRIMONIO FLUVIAL: RIO EBRO

Características del valle y río Ebro

*Muy extenso 85.000 Km2 (1/5 de España) ,  tinerario de 450Km a lo largo del curso del Ebro
Curso largo y tendido    900 Km
*caudal importante inestable, inundaciones. Caudal máximo al año de 33.000hm3/año
*Encerrado a la influencia atlántica lo que provoca escasez de lluvias y un régimen de caudales muy irregulares

Ebro alto

Ebro medio Las Riojas, y Aragón
*En la zona de tránsito existen cercanos diapiros que propician salinas con máquinas hidráulicas como las salinas de Herrera.
*En el borde Oeste
- por encima de la cota de 600m mayor humedad bosques, carbón, lo que justifica la existencia de ferrerías incluso hornos altos como el de San Millan. En otros caso las calizas dominan esos territorios y se propician los caleros incluso conocimos algún molino de cal.
- A partir de de la cota de 600m  aparece el olivo y un como consecuencia trujales y almazaras.
- A  media ladera  los frutales
- En las zonas bajas y riberas aprarecerán los diferentes cultivos y regadíos con la aparición de importantes noriales y molinos y canales de regadío.
*En el borde Este
Son zonas de mayor soleamiento  pluviométria mínima hasta valores desérticos (la Bardenas y los Monegros). En cotas de los bordes aparecen canteras de alabastro muy estimadas.  Y en los Monegros salinas de evaporación

Exposiciones
en Reinosa, Logroño y Zaragoza(Monasterio de Rueda)



6. CONCLUSIONES
Conclusiones


1.-Condicionantes al patrimonio cultural hidráulico
Medioambientales
Culturales.
2.- Valoración de los itinerarios
- Avance en el conocimiento inter-territorial
         - Del desconocimiento generalizado
                                        a la Participación activa de los habitantes

3.- Actualidad
Definición de Paisaje :resultado de la interacción de actividades humanas (cultura) en el medio ambiente(naturaleza)
Problema
       
Divergencias ideológicas entre criterios de recuperación medioambiental hidráulico y Conservación del patrimonio cultural edificado

La necesidad de unas Directrices entre responsables de medio ambiente y cultura en D.P




BIBLIOGRAFÍA

En general:
Publicaciones Litoral Atlantico.
Desde la estrategia Medioambiental
Plan Hidrologico Nacional
Estategia Nacional de restauración de Ríos.
Estrategia Nacional de Restauración de Ríos. Marta González de Tanagos

Desde la perspectiva del Arte.
Paisaje y Pensamiento. Javier Maderuelo Abada Editores.
Breve tratado del paisaje. Alain Roger. Paisaje y Teoría.             
Biblioteca Nueva
La construcción social del paisaje. Joan Nogué. Paisaje y teoria. Biblioteca Nueva.

Desde la Arquitectura vernácula
Consultar inventarios
Desde la etnografía
Obra de Caro Baroja
El Ebro
Hiberus Flumen: El río Ebro y la vida. Confederación Hidrográfica del Ebro


ITINERARIO LITORAL

PROYECTO TAJO





[1] En Galicia se reduce el nº de molinos de marea y crecen las aglomeraciones de pequeños 

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