Un monte mítico: Peña Amaya
En el límite de los llanos de los páramos de Castilla, como vigilante desde las tierras del norte, se alza una imponente muralla inexpugnable que, ciertamente, así fue utilizada desde tiempos prehistóricos.
Allí, aún mas alta, se sostiene una planicie rodeada de acantilados donde vivieron refugiados pueblos cántabros asediados por las legiones romanas; visigodos, árabes y cristianos también dejaron aquí sus testimonios.
Esta conjunción de historia y paisaje es un espectáculo fascinante.
En el límite de los llanos de los páramos de Castilla, como vigilante desde las tierras del norte, se alza una imponente muralla inexpugnable que, ciertamente, así fue utilizada desde tiempos prehistóricos.
Allí, aún mas alta, se sostiene una planicie rodeada de acantilados donde vivieron refugiados pueblos cántabros asediados por las legiones romanas; visigodos, árabes y cristianos también dejaron aquí sus testimonios.
Esta conjunción de historia y paisaje es un espectáculo fascinante.
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