11/3/17




Y Neguri desembarcó en Madrid

El resultado de la expansión industrial fue una gran acumulación de plusvalías de este grupo oligárquico que, no solo fomentará la creación de bancos, si no que financiaran nuevas inversiones inmobiliarias en lugares más cercanos a los centros de poder: la capital del Estado.
Al filo del siglo XX las grandes familias de Neguri invierten sus plusvalías en el desarrollo urbano de Madrid y prolongarán su actuación hasta mediados del XX .  En ese tiempo mantendrán su hegemonía con regímenes políticos tan antagónicos como, monarquía, republica o dictadura. 
Fundaron bancos y compañías inmobiliarias como Cía. Urbanizadora [1] Inmobiliaria Vasco-Central (Vacesa) que se fusionaron en Metrovacesa que aún hoy día subsiste si bien diferente en su estructura accionarial. Horacio Echevarrieta, personaje singular entre estos  hombres de negocio, logrará la concesión de las obras de la Gran Vía a finales del XIX. A partir de principios del XX los impulsores de la Cía. Urbanizadora realizaran las obras de la canalización del Manzanares, y con las siguientes compañías inmobiliarias, acometerán durante largo tiempo las obras más importantes de Madrid, como el Metro, la urbanización Reina Victoria y, ya en época de posguerra y dictadura  los edificios Plaza de España e edificio Iberia entre muchos otros. 
Las imágenes de las inauguraciones  de Reina Victoria, La Gran Vía y el Metro fueron las imágenes más celebres de la monarquia, La Plaza de España fue un importante hito de la época franquista  mientras que, al tiempo, edificios como Iberia se acomodan en una arquitectura contemporánea. Todos bajo el común denominador del capital procedente del imponente desarrollo industrial de Bilbao.  





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9/3/17

La lectura del territorio

BILBAO: reconversión industrial y territorial
Segregacion territorial y social



Neguri o la “Aldea de Invierno”
Mientras las condiciones de vida de la margen izquierda se deterioraban gravemente, y se inauguraban las primeras huelgas obreras, la oligarquía local, dueños de fábricas y minas, se retiran a su propio feudo residencial, en la margen derecha de la ría, en el lugar que llamarán Neguri[1] que en euskera significa la Aldea de invierno[2].
He aquí uno de los ejemplos de mayor segregación territorial solo comparable con el caso alemán donde las acerías estaban dominadas por la familia Krupp que necesitó la expansión del proletariado industrial en las cuencas del Rhin y del Rhur.[3]
Aquí, desde. la otra orilla del Nervión, esta oligarquía organizará sus negocios, trenzará sus alianzas e incluso librará sus disputas.
      


"Al mirar las viejas fotos de las viviendas a un lado y otro de la ria del Nervión hay una velada solidaridad hacia el caótico paisaje de minas y las fábricas y una irascible mirada, al otro lado de la ría, hacia aquellas  mansiones construidas en el más disciplinado estilo tradicional."

   
Apellidos de la oligarquía vasca como Chavarri, Ibarra, Gandarias, Sota, Echevarria, Martinez Riva, Aznar,…serán los impulsores de la gran industria de Bilbao que fragmentó sin contemplaciones el territorio y sus población. Pero ellos también se posicionan entre el conservadurismo de unos valores tradicionales amenazados, como Sota, o quien  como Echevarrieta apoyarán las opciones más moderadas o los que coincidían en la doble pertenencia a la “Liga Vizcaina de Productores”  y a la “Liga Monarquica”
Las industrias precisarán de adaptación técnica continua y de nuevas  inversiones que no siempre se acometen. Sin embargo las enormes plusvalías generadas necesitan de estructuras financieras nuevas como los bancos (creación del Bilbao y Vizcaya) y alianzas, como con la gran burguesía madrileña en torno a la monarquia, y nuevos mercados de inversión (inmobiliario e infraestructuras) y en un ámbito mayor al regional como veremos a continuación.
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7/3/17













La lectura del territorio

BILBAO: reconversión industrial y territorial

2. Desarrollo industrial y expansión capitalista


Si bien los siglos XVI a XVIII fueron muy importantes para la evolución técnica y cultural del Pais Vasco[1], será en último tercio del siglo XIX cuando la expansión industria adquiere su mayor desarrollo de mano de  una nueva oligarquía, ahora los “señores del acero”, que controla modo y medios de producción [2].
A finales del siglo XIX se produce una fuerte expansión de la industria metalúrgica que a principios del siglo XX aumentará con la demanda de hierro y navíos  como consecuencia de las dos grandes guerras. Es entonces cuando se afianzan las mayores factorías metalúrgicas y navales.
Pero  para aumentar la producción no es suficiente el territorio heredado. Se necesita extender e intensificar sus actividades mineras, navieras y siderúrgicas, situación que ya no cesará hasta el último tercio del siglo XX

Ocupación intensiva del territorio
Para aumentar las instalaciones y la producción se extienden nuevas concesiones mineras y de Dominio Marítimo y Portuario.
Las consecuencias de la intensa ocupación de las riberas de la ría  provocarían graves problemas de contaminación de las aguas y subsuelos. Prácticamente todos los testimonios de las actividades tradicionales astilleros muelles o molinos desaparecen ante este ímpetu transformador que se convierte en un nuevo paisaje
También se intensificará la actividad minera invadiendo núcleos de población tradicionales hasta llegar, incluso, a su derribo para explotar los filones sobre los que se asentaban, como es el caso de Gallarta donde se derribaron  los edificios de un pueblo de 5000 habitantes.[3]

Esta expansión industrial demanda gran cantidad de mano de obra lo que genera una fuerte inmigración que no puede ser alojada en condiciones minimamente adecuadas. La procedencia es tanto del exterior del país Vasco como de una población rural proletarizada.  La ciudad y el territorio [4] crecen desordenadamente y se crean poblados mineros y obreros con viviendas de ínfima calidad y en condiciones medioambientales muy degradadas[5]. Nace así lo que ha sido una de las consecuencias más nefastas de este crecimiento industrial: el alojamiento de la clase trabajadora y, como consecuencia de aquellas condiciones de vida, la organización obrera reivindicativa frente a una clase oligarquica que detentaba la propiedad de minas y fábricas[6].


Continuación: La segregación territorial y social





4/3/17

La lectura del territorio
BILBAO: reconversión industrial y territorial

1. Inicio Medieval

Las "casas fuerte" (azules) rodean
el espacio minero (rojos) de Triano y puertos de embarque
del hierro

La fabricación y comercio del hierro ha sido la base del desarrollo territorial de Bilbao. El hierro de Triano ha tenido a lo largo del tiempo un reconocido prestigio por la calidad del mineral, la facilidad de extracción y la proximidad de los puertos para su embarque.
Desde las minas de hierro se trazan caminos, puentes y puertos para el histórico comercio marítimo del Atlántico.
Los grandes linajes feudales, “los señores del hierro”[1], dominaban los medios de producción, minas, ferrerías y muelles, y se disputaban su hegemonía en continuas luchas banderizas. Para su defensa y prestigio construyeron casas fuertes en torno a las minas y  ferrerías.
Este histórico territorio se configura ya por las redes de transporte, la producción y defensa hasta los puntos de embarque en la ría del Nervión.
Como testimonio nos queda un importante legado patrimonial de arquitectura defensiva, las casas torre, y de elementos de la industria primitiva del hierro, las ferrerías que rodean los espacios mineros en un aparente cinturón defensivo.

         

[1] Lope Garcia de Salazar. Bienandanzas y Fortunas.( 1339, 1476)